Yosegi-zaiku
La cultura japonesa guarda muchas particularidades,
incluyendo uno de los artes decorativos más fascinantes e intrincados del
mundo: el Yosegi-zaiku.
Surgida durante el período Tokugawa (1603 – 1868), la
técnica centenaria del yosegi-zaiku consiste en la elaboración de preciosos
mosaicos elaborados con maderas de distintos colores y unidas por resinas
naturales o pegamento.
Lo más curioso de todo es que el artesano filetea estos
bloques de madera para obtener una finísima lámina con la que revestir todo
tipo de muebles y objetos decorativos.
Aunque normalmente se elaboran patrones geométricos, los
artesanos más habilidosos son capaces de componer paisajes y dibujos gracias a
la combinación de listones de madera.
Para obtener los colores los maestros del yosegi recurren a
diversos tipos de árboles y maderas: para el blanco, al árbol Euonymus y el
Ilex macropoda; para el negro, el Picrasma quassioides y la morera; el amarillo
se obtiene del alcanforero; el
marrón con el Maackia; los tonos rojos con la
caoba china y los púrpura gracias al nogal negro americano. El color más
deseado, el azul, se logra gracias a la magnolia japonesa de hojas grandes.
Tan fino y bonito como el papel de regalo, pero todo
realizado en madera, así es el arte yosegi-zaiku.
Pablo
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