Introducción arquitectura japonesa


<<Y ordinariamente son inclinados a pinturas solitarias y nostálgicas, conforme a su humor melancólico, como son los cuatro tiempos del año, a cada uno de los cuales apropian su color con las cosas apropiadas que en cada uno de ellos se crían y hay…>>
<<Son también muy diestros en pintar árboles y hierbas, rocas, pájaros y animales de toda suerte, muy a lo natural. Ítem bosques sombríos, montes rocosos y el agua que por ellos viene cayendo; ermitas de ermitaños en los desiertos y valles entre árboles, y ríos, lagos y mares con embarcaciones en ellos lejos>>
<<Finalmente en dichas pinturas, además de imitar lo natural no gustan de multitud o confusión de cosas, más de pocas proporcionadas entre sí y solitarias…>>

                                                                                                             Padre Rodríguez Tsuzu


Nota aclaratoria:
Antes de comenzar a desarrollar nuestro tema hemos creído oportuno hacer una introducción estudiando las características principales de la historia del arte japonés . Para los occidentales  puede sernos complicado acercarnos a la compresión de este pueblo ya que las culturas son diferentes, así mismo las formas de pensamiento.


EL HECHO PSICOLOGICO

Las cualidades psicológicas del pueblo japonés son clave ya que son la esencia de su obra artística. El pensador contemporáneo Nakamura Hajime al hablar de los japoneses, declara entre otras, las siguientes cualidades: tendencia no-racionalista, inclinación a lo intuitivo y emocional, a evitar ideas complejas y a expresar sus pensamientos de modo simbólico y sencillo. Según Hajime, los japoneses siguen una lógica específica, muy diferente a la occidental, mediante la cual estamos acostumbrados a sacar, una conclusión de premisas ya establecidas. Es una lógica apoyada en un modo de reaccionar ya tradicional que para una mentalidad desacostumbrada puede parecer ilógica. Por esto mismo la mentalidad budista tardó en calar en Japón.
En consecuencia la lengua japonesa está especialmente adaptada a la expresión intuitiva y emocional del individuo. Permite a los japoneses expresar momentos emocionales con una perfección increíble. Muestra de ello son los pequeños poemas propios de su literatura, en los que un nexo emocional sirve para unir ideas y pensamientos distintos.

El arte japonés busca la simplicidad y la sencilla expresión simbólica. En arquitectura, pintura y otras facultades artísticas siempre busca expresar lo más posible con la máxima economía de elementos. Por ejemplo los elaborados templos budistas Chinos, al llegar a Japón se simplifican. A esta tendencia simplificadora se le suma el deseo de expresar por medio de símbolos las realidades superiores. Detrás de cada elemento aparentemente simplicísimo estaba escondida una honda significación espiritual.

Otra característica básica del arte japonés es su familiaridad con la naturaleza.
Su tendencia al simbolismo de desenvuelve, sobre todo, en el campo de la naturaleza, donde encuentra un reflejo de su propia vida interior. La tendencia emocional también encuentra en la naturaleza una de las expresiones más profundas. El japonés no es un admirador sino que se siente parte de la naturaleza, hasta formar una sola cosa con el paisaje o los fenómenos naturales que le rodean, y llega a ver expresados en la naturaleza circundante sus mismos sentimientos. La actitud ante la naturaleza está teñida de melancolía, casi tristeza. La hermosura quebradiza de los cerezos en otoño en flor, el paso huidizo de la primavera, la caída de las hojas rojas y amarillas en otoño, la sucesión irremediable de las estaciones del año, son aspectos de la naturaleza que hablan al espíritu japonés de paso y transitoriedad.

La naturaleza no es algo que deba ser conquistado por el hombre, sino que, todos los seres de la naturaleza son nuestros compañeros y casi parte de nuestro ser, por tanto debemos amarlos, cuidarlos y protegerlos (característica fundamental del Zen, el hombre es un elemento más en el universo).

                                                                                                      
Almendro en flor
Vincent van Gogh, 1890
Óleo sobre lienzo

EN CUANTO A LAS CONSTRUCCIONES ARQUITECTÓNICAS
En arquitectura es la misma realidad la que expresa amor por la naturaleza circundante. Las construcciones japonesas forman parte del paisaje hasta el punto que la misma naturaleza penetra en las construcciones.
Los materiales son tomados directamente de la naturaleza y guardan sus cualidades naturales: en la arquitectura tradicional la madera se empleará siempre en su color y casi no será tallada. Los suelos estarán hechos de unas esteras de juncos prensados (tatami). Las rocas para jardines o adorno de edificios no se tallaran, conservaran su forma natural. Muy raramente se encuentran paredes pintadas en los templos o palacios.
En general la norma suprema de la arquitectura es la simplicidad. Se consigue mediante diseños lineales, con planos asimétricos. La asimetría da al conjunto vitalidad y dinamismo a los interiores.
Elementos simétricos y asimétricos equilibran la balanza. Dinámico - estático.

Entre los elementos dinámicos sobresalen los grandes espacios vacíos; las casas están abiertas hacia fuera, hacia la naturaleza, para que no sean un espacio limitado, sino parte del paisaje. Cuando no es posible el contacto directo con la naturaleza se establecen jardines dentro de las casas, el cual es considerado tan importante como las habitaciones.

Si prestamos atención nos daremos cuenta de que las columnas de madera en su color natural son los árboles, el tatami imita el suelo de los campos, las vallas de bambú que suelen rodear las casas producen ese ambiente de soledad y silencio que se siente al observar un paisaje.

<<SABI<<, <<WABI>> Y <<SHIBUMI>>
Sobre la rama seca
está posado un cuervo:
tarde de otoño
                                                                           

Este pequeño poema pretende explicar el concepto de <<sabi>> que encierra la idea de soledad, de apartamiento. Carencia de distinción objeto sujeto dando un paso más allá de la belleza sensible, camino a lo conceptual.
En relación al <<sabi>> está el <<wabi>>, wabi significa pobreza, carencia de bienes aparentes, simplicidad.  <Gozo indecible en la simplicidad>. Busca contactar con la belleza esencial, despojando de lo ficticio, que en sus últimos elementos coincide con la vida.  Wabi significa sinceridad vital con uno mismo.
<<Un hombre que podría gozar durante toda su vida hirviendo y preparando agua para su té en el mismo recipiente; un hombre de corazón puro>>
El Zen trajo este modo de pensar y obrar. Esta corriente de pensamiento se aplica al arte, en los leves trazos del pincel y en la línea de la arquitectura, en las mejores piezas de cerámica etc.
La economía de materiales lleva a una libre belleza espiritual. La forma es solo un vehículo para la esencia. Cuanto más leve sea la forma más pura aparecerá la belleza. Evita todo elemento ornamental que distraiga. “Crear belleza procurando evitarla”
También cabe destacar el afecto por la belleza palpable, es decir, por la belleza ordinaria del día a día que en las abstracciones intelectuales. El proceso artístico cobra importancia, casi más que la otorgada a la obra ya acabada.


Idoia

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